En el mundo del transporte marítimo y terrestre, los contenedores marítimos son una de las soluciones más seguras y versátiles para trasladar y almacenar mercancías. Sin embargo, no todos son iguales. Entre los modelos más utilizados se encuentran el container dry y el container reefer, cada uno con características, medidas y usos específicos que es importante conocer antes de tomar una decisión.
Container Dry: estándar y versátil
El container dry es el modelo estándar. Está fabricado en acero de alta resistencia, completamente cerrado y sin sistemas de refrigeración. Por esta razón, se utiliza para transportar carga seca como maquinaria, repuestos, materiales de construcción, textiles y otros productos no perecibles.
Tipos y medidas más comunes de container marítimo:
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Container 10 pies: Largo 2,99 m, ancho 2,44 m, alto 2,59 m. Peso aproximado 1.300 kg.
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Container 20 pies: Largo 6,06 m, ancho 2,44 m, alto 2,59 m. Peso aproximado 2.300 kg.
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Container 40 pies: Largo 12,19 m, ancho 2,44 m, alto 2,59 m. Peso aproximado 3.800 kg.
Ventajas del container:
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En primer lugar, es el modelo con mayor disponibilidad y menor costo de arriendo o compra.
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Además, es resistente a golpes, humedad y condiciones climáticas extremas.
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Finalmente, su versatilidad lo hace ideal para almacenaje o para ser transformado en oficinas, bodegas o módulos habitacionales.
Container Reefer: refrigeración y control de temperatura
Por otro lado, el container reefer está diseñado con un sistema de refrigeración que permite mantener la temperatura interna entre -25°C y +25°C, dependiendo de la carga. Esto significa que es la opción perfecta para el transporte de alimentos perecibles, medicamentos, flores, productos químicos o cualquier mercancía sensible a la temperatura.
Tipos y medidas más comunes de los containers refrigerados:
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Reefer 20 pies: Largo 6,06 m, ancho 2,44 m, alto 2,59 m. Peso aproximado 3.000 kg.
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Reefer 40 pies High Cube: Largo 12,19 m, ancho 2,44 m, alto 2,89 m. Peso aproximado 4.500 kg.
Ventajas del container refrigerado:
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En primer lugar, mantiene la cadena de frío incluso en viajes de larga duración.
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Asimismo, permite transportar mercancía sin pérdida de calidad.
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Además, cuenta con un sistema de monitoreo de temperatura constante para mayor seguridad.
Elegir el container adecuado
En conclusión, la principal diferencia entre un container marítimo y un contenedor refrigerado radica en su capacidad para controlar la temperatura. Mientras que el dry es más económico y versátil para carga seca, el reefer es imprescindible para productos perecibles o delicados. Por lo tanto, la elección final dependerá del tipo de carga, la duración del transporte y el presupuesto disponible.
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